Hojeando Good Magazine, llegué a una investigación llamada You are what you eat. El fotoensayo expone la tesis del refrigerador como reflejo del consumismo, donde el autor Mark Menjivar documenta el contenido de refrigeradores extraños y su peculiar narrativa: si en verdad somos lo que comemos, el interior de nuestro refrigerador es la más fiel ventana al alma.
Curiosamente hace unos meses llegué a casa para encontrarme con un refrigerador que exigía ser fotografiado, y pues sus deseos son órdenes. Analizando la imagen y aplicandola a la premisa de Menjivar, soy un cerdo. Un cerdo consumista. Y es que en vez de ir al braulio por mi verdura fresca recien cortada y bendita por los minerales vírgenes del Valle de Mexicali, tengo bolsas de ensalada Grand Parisian (oseawee) y apio desinfectado en cajitas ready-to-eat. Son escasos los restos de comida casera, pero por lo menos puedo decir que el galón de leche es producto local (aunque yo no tome leche, y menos de galón).
Bueno, les dejo mi aportación. (Amo el queso Philadelphia levitador)
P.D. De los Yakult ni digan nada, es el elixir de la felicidad y lo defiendo con mi vida.
Procedo a invitar a los demás colaboradores de esta h. publicación a compartir sus refrigeradores con nosotros.
que pedo con los mil milones de yakults
ResponderEliminarDe seguro te los comes hasta con cereal jajajaja
ResponderEliminarse nota que alguien tiene problemas de extrenimiento jajaja! :P
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