El proceso creativo…
… hoy cumplo casi ocho meses que no escribo nada. Que no tomo una foto, que no pienso en algo que me haga sentir lo que necesito. Unos dicen que soy fotógrafo otros que soy teatrero, escritor o artista; yo siempre digo que soy un impostor.
Un impostor… Joaquín Sabina dijo que él era de profesión ecléctica; eso dicen todos, me dijo mi apa.
Conforme ha pasado el tiempo el tiempo ha pasado y he visto muchos cambios. El más importante es que mi papá, quizás la guía más importante de mi vida, ya no está. La gente dice que ya no está físicamente, que está en nuestros corazones; eso lo sé, y siempre ha estado, pero yo, nosotros, lo ocupamos aquí. Mi panza… ¡ay mi panza! También ha crecido y mucho. Será depresión o una enfermedad o simplemente pura tragazón… quien sabe. Solo sé que no he cenado, malinterpretando a Sócrates. Seguramente pasará algo que me haga ver que mi panza y yo tenemos un conflicto.
No hace mucho tiempo que tenía vacaciones. Ahora ya no. Ya no estoy en la escuela y como estudio de manera virtual, pues nunca lo estoy. Trabajo en un lugar donde no tengo vacaciones ni nada, solo mi cheque que cada vez que llega me recuerda a mi padre diciéndome algo así como: tú podrías trabajar por tu cuenta y ganar lo que quisieras. Cada vez que pasa me regreso 10 o 15 años y me replanteo todo de nuevo, pero cuando menos lo espero ya cambie ese cheque y cuento los días para que llegue el próximo. Trabajo en un lugar “artístico” que cada día que pasa se cae un pedazo más porque la gente que trabaja ahí no les gusta el arte: les gusta el glamur. Claro, es más fácil; todo mundo se puede codear con los grandes artistas y decir: esto lo vi en el df, o en argentina o en algún canal del cable, pero al inicio de la semana, cuando se hace la junta laboral para intercambiar puntos de vista, esos mismos que se codearon y se llenaron de glamur terminan diciendo que los artistas son una mierda. Lo mejor: es que tienen razón. Lo peor: cada vez que ven alguna pieza artística, de plástica más que nada, terminan diciendo que eso lo podrían hacer ellos; ¿y porque no lo hicieron?.
Mis perros. Vivo en una casa pequeña en la que despierto y duermo. A veces juego playstation a veces veo la tele o a veces fumo y me tomo un escaso valdepeñas. Ahí viven mis perros. Creo que ellos son los únicos que realmente viven ahí. Alegres y tristes, como dice esa canción.
Tengo un vocho gris que siempre está descompuesto. El problema me lo vendió un compadre de mi Jefe, de mi Salado, el florín, el osho, mi apa pues… me lo vendió en 10 000 pesos. El primer día que lo use fui por la chica interesante a la Bufadora y cuando regrese y toque la banqueta de mi casa, el volante simplemente no dejaba de dar y dar vueltas pero las llantas no se movían, estaba quietecitas. El Poni me dijo que se había salido la tuerca de la barra del volante, en 15 minutos se lo pongo mochito. Y si, si se los puso. Después fue el chicote del acelerador, luego las varillas del motor, los frenos, las luces, las bujías, el aceite, la palanca de los cambios, el freno de mano, un choque con una pared por quedarme sin frenos, el chicote de nuevo, el arrancador, un cable oculto abajo del carro, la batería, el generador, la banda, el generador y el chicote, el tapón del aceite, la transmisión que se volvió de cinco cambios a dos, el elevador de la ventana y por último la transmisión que se volvió de dos cambios a ninguno, ni siquiera neutral. Por cierto, lo estoy vendiendo.
Tengo dos hermanos que están igual de perdidos que yo. Extrañan a la misma persona.
Tengo una chica interesante que vive conmigo. Es gruñona como la chingada. Se enoja y grita por todo. Se la vive pegada al facebook jugando mil cosas. Tiene un carro verde que parece composta andante. Tiene una gata blanca que me aruña cada dos días. Tiene tres gatos callejeros muy tragones. Les gusta la moda y todo lo que tenga que ver con gastar dinero en eso. Se fuma una cajetilla de cigarros al día y tiene el descaro de negarlo y decir que regalo muchos y por eso se le acabaron. Y tiene todo lo me hace feliz.
Me critican porque escucho a Natalia Lafourcade, dicen que es muy ñoño y quizás infantil. Quizás, lo es. Cada que cuento la historia, esto que voy a contar se ríen y creen que lo invento: un día fui a un concierto de ella, cuando recién comenzaba. Vino a Ensenada y en el lugar donde toco había puros morros. Tenía 21 años y era el más alto. Y hubo ese momento: durante una canción prendieron la luz de público y me volteo a ver, me miro por 5 segundos. Terminando el concierto le dije a la chica interesante el suceso y se rio de mi. Se lo conté a mi Jefe y me dijo: no chato, vas a ver que en el próximo disco te dedica una canción. Dos años después saco disco y la primera canción se llama Tus ojos, bueno, los míos.
Tengo amigos que casi nunca veo.
Tengo unas botas camper.
Tengo una camisa de los smashing pumpkins.
Tengo una cámara que no es fotógrafo.
Tengo sueño.
Moncho, el del procesado.
notas sobre el proceso creativo
bonito blog, me encanta contenido y estética. te leeré amenudo. saludos!!!! ;-)
ResponderEliminaruta!!!!!!! que manera de hacerme reír..como siempre fantástico...hay moncho escritor ya te extrañaba!!!!!!!!! La Chica Interesante dice ;)
ResponderEliminarya era hora gordito!!!
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